La frase “las neuronas que se disparan juntas, se conectan juntas” es la base de la teoría hebbiana de la neuroplasticidad. Según Hebb (1949), cuando dos neuronas se activan repetidamente al mismo tiempo, la conexión sináptica entre ellas se fortalece (Sinc, 2018). En otras palabras, los patrones mentales que repetimos con frecuencia modelan las conexiones cerebrales. Esto significa que las rutinas de pensamiento negativas (como la rumiación o la preocupación constante) tienden a reforzar circuitos neuronales negativos, mientras que las prácticas positivas (como la meditación o las afirmaciones optimistas) pueden crear y consolidar circuitos saludables.
Patrones negativos: ansiedad, depresión y rumiación
La rumiación —pensamientos negativos persistentes sobre preocupaciones o fracasos— ilustra bien la idea hebbiana en sentido contrario. Estudios de neuroimagen muestran que la red en modo por defecto (Default Mode Network, DMN), vinculada a la autoconversación y la memoria autobiográfica, se activa de forma sostenida durante la rumiación (Kim et al., 2024). Este estado favorece conexiones reforzadas entre áreas como la corteza prefrontal medial dorsal (dmPFC) y otras regiones involucradas en el lenguaje interno y la evaluación social (Kim et al., 2024). Con el tiempo, “apuntamos” nuestra atención hacia pensamientos negativos y nuestro cerebro prioriza esas vías.
Además, el estrés crónico y la depresión pueden alterar la plasticidad cerebral en regiones clave. Por ejemplo, pacientes con depresión muestran menor plasticidad sináptica en la corteza prefrontal que personas sanas (Noda et al., 2018). Esto sugiere que los circuitos de depresión y ansiedad pueden volverse rígidos, dificultando romper el ciclo. En conjunto, la evidencia indica que pensamientos negativos repetidos no solo mantienen sino que refuerzan circuitos neurales disfuncionales, alimentando la ansiedad y la depresión.
Patrones positivos: mindfulness, meditación y afirmaciones
Por el contrario, repetir pensamientos y conductas positivas tiende a fortalecer conexiones sanas. En términos hebbianos, practicar hábitos mentales beneficiosos puede “reconectar” el cerebro hacia el bienestar. Una revisión reciente señala que la meditación y el mindfulness inducen neuroplasticidad: aumentan el grosor cortical, reducen la reactividad de la amígdala y mejoran la conectividad cerebral (Calderone et al., 2024). En la práctica, esto significa mayor regulación emocional, mejor función cognitiva y más resiliencia al estrés. Por ejemplo, el programa Mindfulness-Based Stress Reduction (MBSR) aumenta la actividad en regiones cerebrales ligadas al procesamiento emocional y sensorial, y se ha asociado con mejoras clínicas en la ansiedad y la depresión (Calderone et al., 2024).
Las afirmaciones positivas (declaraciones cortas y optimistas sobre uno mismo o el futuro) también tienen respaldo científico. Un estudio de neuroimagen encontró que, al reflexionar sobre valores personales importantes (una forma de autoafirmación), los participantes activaban redes cerebrales de recompensa y procesamiento del yo, como la corteza prefrontal medial y el estriado ventral (Cascio et al., 2016). Esta activación se relacionó con cambios positivos en el comportamiento subsecuente (por ejemplo, mayor actividad física). En conjunto, la práctica intencional de afirmaciones y mindfulness crea hábitos mentales positivos que, a través de la repetición, “preparan” al cerebro para pensamientos más optimistas (Usable Knowledge, 2017).
- Repetición y plasticidad: La neuroplasticidad dependiente de la experiencia explica que cuanto más repetimos un pensamiento, más fuerte se vuelve esa vía neural (Usable Knowledge, 2017). Por ello, cultivar afirmaciones positivas es, en la práctica, un entrenamiento neuronal.
- Reducción de la negatividad: Al usar la atención plena (mindfulness), enfocamos el cerebro en el presente, reduciendo la rumiación. Esto favorece que se activen circuitos diferentes, asociados a la calma y el enfoque, en lugar de los circuitos negativos habituales (Calderone et al., 2024; Usable Knowledge, 2017).
- Sistema de recompensa: Las afirmaciones pueden conectar con el sistema de recompensa del cerebro, reforzando sentimientos de autoeficacia. En términos de Hebb, activamos simultáneamente redes de pensamiento positivo y circuitos de recompensa, fijando estas conexiones beneficiosas (Cascio et al., 2016).
En resumen, al enfatizar prácticas de mindfulness y afirmaciones, enseñamos al cerebro a “despertar” y reforzar circuitos asociados al bienestar. Esto contrarresta la negatividad innata (sesgo de negatividad) que tiende a enfocarnos en las amenazas (Calderone et al., 2024; Usable Knowledge, 2017).
🧠 Pruébalo tú mismo: Entrena tu mente con afirmaciones positivas
¿Listo para experimentar los beneficios por ti mismo? Aquí te compartimos un video sencillo que puedes usar para comenzar a reprogramar tus pensamientos desde hoy:
Este ejercicio está diseñado para ayudarte a construir nuevos caminos neuronales positivos a través de la repetición guiada de afirmaciones con musica. Al escucharlas con atención plena, activas redes cerebrales relacionadas con el enfoque, la calma y la autoconfianza. ¡Es neurociencia en acción!
👉 Instrucciones:
- Busca un lugar tranquilo donde puedas sentarte o acostarte sin distracciones.
- Respira profundamente unas cuantas veces para centrar tu atención en el presente.
- Reproduce el video y escucha cada afirmación con intención.
- Puedes repetirlas en voz alta o en tu mente, sintiendo cada palabra como si ya fuera verdadera.
- Hazlo a diario durante al menos una semana y observa cómo cambia tu estado mental.
También con música: Optimismo que reprograma tu cerebro
Además de las afirmaciones habladas, la música con mensajes positivos también puede ayudarte a reforzar patrones mentales saludables. Una excelente canción para comenzar es “Optimista” de Caloncho. Su letra alegre, su ritmo relajante y su tono esperanzador activan áreas cerebrales relacionadas con el estado de ánimo positivo, el sistema de recompensa y la regulación emocional.
¿Cómo funciona?
Estudios en neurociencia han demostrado que escuchar música positiva puede:
- Activar el estriado ventral y otras regiones del sistema de recompensa (Blood & Zatorre, 2001).
- Aumentar los niveles de dopamina y mejorar la sensación de bienestar (Salimpoor et al., 2011).
- Reducir la actividad en áreas asociadas con el estrés y la rumiación, como la amígdala (Koelsch, 2010).
Esto significa que al escuchar canciones como “Optimista”, estás literalmente entrenando a tu cerebro a enfocarse en lo bueno, a través de la repetición melódica de ideas alegres y esperanzadoras.
👉 Cómo usarla:
- Ponte audífonos y escucha la canción con atención plena, sin hacer otras actividades.
- Canta o tararea si te nace hacerlo—eso refuerza aún más el efecto neuronal.
- Imagina que las frases de la canción son verdad en tu vida, como si fueran afirmaciones musicales.
- Úsala como parte de tu rutina diaria, especialmente después de TMS, CES o meditación.
💡 Tip: La música es una de las formas más fáciles y agradables de fortalecer circuitos cerebrales positivos. Si combinas canciones como esta con afirmaciones guiadas, mindfulness y neuromodulación, estarás aprovechando al máximo tu neuroplasticidad.
Neuromodulación: TMS y CES
Las técnicas de neuromodulación buscan aumentar la plasticidad cerebral de forma controlada. Dos ejemplos modernos son:
- Estimulación Transcraneal Magnética (TMS): Se aplica con bobinas que generan pulsos magnéticos sobre el cuero cabelludo. La TMS puede estimular o inhibir regiones cerebrales específicas (habitualmente la corteza prefrontal dorsolateral en depresión) y produce cambios duraderos en la sinapsis. Estudios recientes indican que los efectos terapéuticos de la TMS dependen de mecanismos de neuroplasticidad sináptica (por ejemplo, vía receptores NMDA y dopaminérgicos) (Downar et al., 2024). En la práctica clínica, la TMS ha demostrado ser eficaz reduciendo síntomas de depresión resistente e, indirectamente, mejora a veces la ansiedad. Actúa “rompiendo” patrones disfuncionales al introducir nueva actividad cerebral dirigida.

- Estimulación Eléctrica Craneal (CES): Consiste en aplicar una corriente eléctrica de muy baja intensidad (microamperios a miliamperios) a través de electrodos en los lóbulos de las orejas. La CES ha sido usada para tratar insomnio, ansiedad y depresión (Rockstroh et al., 2021). Se cree que sus corrientes alcanzan regiones corticales y subcorticales (como tálamo, amígdala y corteza frontal) y pueden modular la actividad del cerebro a nivel general. Ensayos clínicos y metaanálisis muestran que la CES produce reducciones moderadas de síntomas depresivos en diversos pacientes (Price et al., 2021). También existen resultados positivos en ansiedad. Sin embargo, la evidencia es aún algo heterogénea (Rockstroh et al., 2021; Price et al., 2021), por lo que se considera una terapia complementaria con efectos modestos.

En ambos casos, TMS y CES buscan aprovechar y potenciar la neuroplasticidad. La TMS abre “ventanas” donde las conexiones sinápticas se pueden reorganizar con más facilidad (Downar et al., 2024), y la CES parece favorecer un equilibrio nervioso que facilita la relajación y regulación emocional (Rockstroh et al., 2021). Por sí solas, estas técnicas ya aportan alivio en casos de depresión y ansiedad, pero su verdadero potencial puede maximizarse al combinarlas con intervención cognitiva.
Sinergia: combinar afirmaciones, mindfulness y neuromodulación
La combinación de prácticas mentales positivas con neuromodulación busca crear un círculo virtuoso de reconfiguración cerebral. La idea es aprovechar momentos de alta plasticidad (inducidos por TMS o CES) para fijar activamente los circuitos neuronales deseables. Algunas pautas prácticas incluyen:
- Afirmaciones + TMS: Sincronización estratégica: Realizar ejercicios de afirmaciones o sesiones cortas de mindfulness mientras se aplica TMS/CES o inmediatamente después. Por ejemplo, durante una sesión de TMS para depresión, el paciente podría escuchar guías de meditación o repetir afirmaciones positivas. De este modo se “enganchan” los contenidos positivos con la estimulación.
- Afirmaciones + TMS: Ventana plástica: La neuroplasticidad es más pronunciada justo después de un estímulo (como TMS o un episodio intenso de atención plena). En ese momento, los circuitos neuronales abiertos pueden reforzarse según el contenido mental presente. Al enfocar intencionadamente pensamientos saludables, favorecemos que se consoliden esas redes frente a las negativas (Downar et al., 2024; Calderone et al., 2024).
- Afirmaciones + TMS: Objetivos terapéuticos alineados: Mientras la TMS está dirigida a regiones implicadas en ánimo y emoción, las afirmaciones se centran en aumentar la autoestima y la esperanza. Esta combinación puede amplificar los beneficios: la estimulación cerebral facilita cambios estructurales (Downar et al., 2024) y las afirmaciones proveen el “material” positivo para esas conexiones.
- Afirmaciones + TMS: Respaldo de la evidencia inicial: Estudios preliminares muestran interés en esta sinergia. Por ejemplo, investigadores han probado integrar ejercicios de meditación guiada durante sesiones de TMS en depresión, encontrando que esta combinación es factible (Downar et al., 2024). La tendencia es creciente: cada vez hay más interés en emparejar TMS con intervenciones psicosociales para optimizar resultados (Downar et al., 2024; Calderone et al., 2024).
En la práctica diaria en NeuroSpa, esto podría traducirse en protocolos donde el paciente utiliza afirmaciones positivas y técnicas de atención plena dentro de su rutina de neuromodulación. Por ejemplo, alguien que recibe CES para la ansiedad podría comenzar la sesión con una serie de afirmaciones calmantes mientras la corriente está activa. La idea es que la mente aprenda en tiempo real a asociar la excitación cerebral con contenidos positivos.
Los beneficios potenciales de esta combinación son enormes. No solo se trata de reducir síntomas mediante la TMS o CES, sino de enseñar al cerebro a autoregularse a largo plazo. Al promover circuitos neuronales positivos y aprender a canalizar la atención hacia estados de calma y confianza, se puede prolongar y profundizar el efecto terapéutico. En otras palabras, afirmaciones + mindfulness + neuromodulación pueden trabajar juntos para reconfigurar el cerebro hacia un estado de mayor bienestar y reducir las recaídas en patrones ansiosos o depresivos.
Referencias
- Cascio, C. N., O’Donnell, M. B., Tinney, F. J., Lieberman, M. D., Taylor, S. E., Strecher, V. J., & Falk, E. B. (2016). Self-affirmation activates brain systems associated with self-related processing and reward and is reinforced by future orientation. Social Cognitive and Affective Neuroscience, 11(4), 621-629 .
- Calderone, A., Latella, D., Impellizzeri, F., De Pasquale, P., Famà, F., Quartarone, A., & Calabrò, R. S. (2024). Neurobiological Changes Induced by Mindfulness and Meditation: A Systematic Review. Biomedicines, 12(11), 2613 .
- Downar, J., Siddiqi, S. H., Mitra, A., Williams, N. R., & Liston, C. (2024). Mechanisms of Action of TMS in the Treatment of Depression. Current Topics in Behavioral Neuroscience, 66, 233–277 .
- Kim, J. et al. (2024). A dorsomedial prefrontal cortex-based dynamic functional connectivity model of rumination. Nature Communications, 11, 446 .
- Noda, Y., Zomorrodi, R., Vila-Rodríguez, F., et al. (2018). Impaired neuroplasticity in the prefrontal cortex in depression indexed through paired associative stimulation. Depression and Anxiety, 35(5), 448–456 .
- Price, L., Briley, J., Haltiwanger, S., & Hitching, R. (2021). A meta-analysis of cranial electrotherapy stimulation in the treatment of depression. Journal of Psychiatric Research, 135, 119–134 .
- Rockstroh, B., Patterson, J. E., Wooten, T., & Hussey, E. K. (2021). A Critical Review of Cranial Electrotherapy Stimulation for Neuromodulation in Clinical and Non-clinical Samples. Frontiers in Human Neuroscience, 15, Article 625321 .
- Sinc (Agencia SINC). (2018). “La plasticidad cerebral nos permite cambiar y aprender hasta el final” (entrevista con Sandra Jurado) .
- Usable Knowledge (Harvard GSE). (2017). A Better Way of Thinking: How mindfulness can help you build positive habits of mind and defeat stress or worry .